Beneficios de la participación

¿Qué ofrece la participación a la empresa? Como veremos a continuación, ¡Multitud de bondades!  

BENEFICIOS DE LA PARTICIPACIÓN PARA LA SOCIEDAD Y EL TERRITORIO

Las consecuencias positivas que generan las empresas participadas también se pueden ver en la sociedad.

A continuación, se detallan los beneficios que la participación de las personas trabajadoras puede aportar a la sociedad y al territorio en el que se ubican:

  • Las empresas cuya propiedad está en manos de las personas trabajadoras tienen mayores probabilidades de sobrevivir a condiciones económicas difíciles.
  • El hecho de que estas empresas sean más productivas, creativas, innovadoras y competitivas, tiene un impacto positivo en el territorio en la cual se ubican aportando mayor riqueza económica (Kruse et al., 2010).
  • En las empresas en las que la mayoría de las personas trabajadoras participan en los resultados y en la propiedad, la distribución de la renta suele ser más igualitaria.
  • Las empresas en las que las personas trabajadoras participan crean mayor capital social dentro de las organizaciones (Putman, 1993).

Beneficios de la participación en las personas 

¿Qué ofrece la participación a la empresa? Como veremos a continuación, ¡Multitud de bondades!

La participación en la organización ofrece a las personas trabajadoras beneficios económicos y psicosociales. A continuación, se describen algunos de los beneficios más destacables:

  • Las empresas participadas producen mejores resultados que las empresas convencionales para las personas trabajadoras con respecto a sus niveles de renta y riqueza (Blasi, Kruse, & Bernstein, 2003; Buchele, Kruse, Rodgers, & Scharf, 2010; D’Art, 2002; Kruse, 2002; Kruse, Freeman, & Blasi, 2008; Pencavel, Pistaferri, & Schivardi, 2006; Rosen, Case, & Staubus, 2005).
  • La participación de las personas trabajadoras fomenta la seguridad en el empleo, ya que las empresas que tienen dificultades pueden mirar a la propiedad de las personas trabajadoras como vía de supervivencia.
  • La participación de las personas trabajadoras en la empresa también tiene efectos positivos, en aspectos psicosociales de las personas trabajadoras tales como: incremento de la satisfacción laboral, aumento de la confianza y el compromiso de las personas, mayor identificación con la empresa, motivación, mayor percepción de cooperación y ayuda mutua, etc. (Dong, Bowles, & Ho, 2002; French y Rosens¬tein, 1984; Gamble, Culpepper, & Blubaugh, 2002; Höckertin y Härenstam, 2006; Höckertin, 2008; Klein, 1987; Kruse, 2002; Kruse, Freeman & Blasi, 2008, 2010; Kuvaas, 2003; Oliver, 1990, 1984; Rhodes y Steers, 1981).
  • El incremento de la participación puede favorecer los niveles de creatividad e innovación en la empresa (Kruse et al., 2010). 
  • Mayor identificación con el proyecto empresarial y mejores ratios de calidad en el trabajo desarrollado. 
  • Mayores oportunidades para el desarrollo profesionarl y personal a través de la participación en la gestión y en la toma de decisiones de la empresa.

Beneficios de la participación en las organizaciones

La participación de las personas trabajadoras en la empresa aporta beneficios a las organizaciones que se reflejan tanto a nivel de clima o bienestar social (a nivel organizativo), así como en el ámbito económico. Entre ellos se destacan:
  • Las empresas que operan bajo fórmulas de participación de las personas trabajadoras, principalmente en el capital, obtienen por lo menos iguales resultados económicos y sociales que las empresas que operan bajo fórmulas empresariales convencionales (Jones & Kato, 1995; Kruse et al., 2010; Long, 1978a, 1978b; Klein, 1987; Elorza, Aritzeta, & Ayestarán, 2011; Kurtulus & Kruse, 2017; Messersmith, Patel, Lepak & Gould-Williams., 2011). 
  • La productividad de las empresas con personas trabajadoras que tienen participación, es, bajo ciertas circunstancias, mayor (Arando, Gago, Jones, & Kato, 2015).
  • Mayor alineación entre los intereses personales y los organizacionales. 
  • La rotación de las personas trabajadoras en aquellas empresas que tienen participación es menor y, por lo tanto, se consigue que aquellas personas trabajadoras que son buenas y aportan más a la empresa, no abandonen la misma, ofreciendo un contexto idóneo para la retención del talento.
  • La participación en la organización también propicia organizaciones más autónomas, inteligentes y maduras.
  • Las organizaciones en las que las personas participan tienden a fomentar la creatividad y la innovación.
Como conclusión, los beneficios de la participación de las personas trabajadoras para las organizaciones se resumen en una mayor competitividad de la organización derivada de un mejor comportamiento económico y un entorno social más maduro.